Una vida a lo grande (Downsizing) es la última película del americano Alexander Payne, responsable de la aclamada Los descendientes (2011; la película que catapultó la carrera de Shailene Woodley) o Entre copas (2003), entre otras.
Como admiradora de su trabajo no dudé en solicitar el pase de prensa, aunque la sinopsis recordase a la comedia familiar ochentera Cariño he encogido a los niños (Joe Johnston, 1989); pensé que siendo de Payne, la buena película estaba casi asegurada. Pero casi, exactamente. Decidí no ver ni el trailer, ya que además la tendencia en él seguramente fuese reunir los gags que mejor funcionasen y ya está. Y bueno… lamentablemente y bajo mi punto de vista, la película a la media hora, tal vez 45 minutos, pierde toda frescura y cae en picado. Los momentos realmente divertidos están ahí reunidos, condensando además todo lo bueno.
Para más inri, el personaje que que parecía que iba a regalarnos grandes momentos, desaparece. No de repente, sino porque la trama lo requiere, pero vaya, que es muy breve lo que disfrutamos de esta actriz (Kristen Wiig, con tres veces más carisma que nuestro protagonista, Matt Damon, aunque ese es otro tema).
Es una película que, pese a que tiene buenas intenciones, no logré disfrutar. Salí con total indiferencia del cine, preguntándome primero, por qué dura tantísimo. La recta final se me hizo pesada y me resultó un tanto absurda. El romance que incluye es forzadísimo; completamente innecesario. Podría haberse establecido un vínculo especial entre ellos, pero uno romántico… no me resulta en absoluto creíble. Es decir, el personaje de Matt Damon casi parece sentirse obligado a quererla llegado a un punto. Sólo porque ve la situación en la que vive ella y «su pueblo». O al menos esto es lo que yo sentí al verla, tal vez me equivoque.
Salvo por los efectos, bastante conseguidos, tanto la música, como la fotografía, y la dirección, son propias de una americanada sin sello ni identidad. Me duele decir esto, pero esta fue mi primera impresión. Es posible que en unos años le de otra oportunidad y cambie de parecer.
La recomiendo por su gran comienzo y la interpretación de Christoph Waltz, aunque no esperaría demasiado de su desarrollo para no llevaros una decepción.
NOTA
5'5/10
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