viernes, 15 de marzo de 2019

'Mirai: mi hermana pequeña' de Mamoru Hosoda (2018)


La espera para Mirai se ha hecho eterna, pero por fin llega a cines españoles tras un largo recorrido por Festivales. 
Fue la última película de animación de las nominadas a la pasada Gala de los Oscar que vi, y lo cierto es que esperaba otra cosa. No puedo tildarla de decepcionante porque tampoco lo es rotundamente; seguramente mi sensación se debe a las altas expectativas.

Hosoda nos muestra la reacción de un niño ante el nacimiento de su hermanita y expone temas como la fraternidad, los celos, la familia y reflexiona sobre el paso del tiempo.

Soy una gran admiradora del trabajo de Mamoru Hosoda desde que llegó a mis manos La chica que saltaba a través del tiempo (2006), probablemente su obra más popular (puede que algunos recuerden que solían ponerla entre los "DVD regalo" de los ExpoManga... qué tiempos). Más adelante llegaría Summer Wars (2009) -en mi opinión, su película más infravalorada; me fascinó por completo-, la favorita de la crítica, Los niños lobo (2012), y por último El niño y la bestia (2015), que por fortuna pude ver en su día en un pase de prensa. Todas con una animación exquisita y guiones originales llenos de magia. Además, no hay que olvidar que Hosoda realizó la primera película (aunque hay que puntualizar que lo primero que hizo fue un mediometraje de 40 minutos de duración) de Digimon Adventure (1999), una pequeña joyita digna de ver, que además sirvió de inspiración para una de sus películas, Summer Wars, estrechamente ligada al mundo digital.

El problema con Mirai está en que esta vez el elemento fantástico acaba por sacarte de la película en ocasiones. No sé si soy una única que esperaba un film más costumbrista en lugar de tirar tanto por el plano onírico (aunque sea una seña de identidad en sus obras), sobretodo porque es su película más personal (además, el guión es suyo, al igual que en El niño y la bestia). No llegó a emocionarme al nivel de otras de sus títulos, aunque sí a divertirme, especialmente en su primer acto. Ojalá en un futuro pueda conectar más con el film. 


Es más que probable que necesite una revisión bajando las expectativas, ya que es algo que evidentemente me ha fastidiado la experiencia (culpa mía, claro está). No por esto dejaría de recomendarla, ya que visualmente sigue siendo un espectáculo maravilloso y hay momentos en la historia que inevitablemente te harán esbozar una sonrisa, al menos. 

La disfruté en VOSE, aunque me habría encantado escuchar el doblaje en castellano que tantos fanáticos del anime castigan sin piedad (siempre saco mi lanza a favor del doblaje). En un futuro espero revisarla así.  

Pese a lo que he escrito, la recomiendo casi como cualquier película de animación japonesa. Sólo creo que, siendo objetiva, no es el mejor trabajo del director, pero tampoco nada despreciable o que no nos vaya a hacer pasar un buen rato. Algunos la tachan de su obra más madura, y aunque no lo creo así, creo que sin duda goza de una sensibilidad única.

NOTA: 
7+/10


Interesante artículo sobre Mamoru Hosoda y su trayectoria: https://goo.gl/GQeRGT 

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