jueves, 2 de julio de 2015

Cine: 'Aprendiendo a conducir' de Isabel Coixet (2014)


Cuando el matrimonio de Wendy, una escritora de Manhattan, se ve repentinamente disuelto, ésta decide sacarse el carné de conducir. Es entonces cuando conoce a su profesor de autoescuela, Darwan, un refugiado político hindú de la casta sij. 
Disfruté de la película hará ya por lo menos un mes. Como veis, el argumento es bastante simplón y ofrece justo lo que esperas: una comedia dramática muy bien ejecutada, pero tampoco una película inolvidable. 


Isabel Coixet al fin se embarca en otro género: la comedia. Aunque también cabe decir que es su primera película "por encargo", aunque eso no desprestigia su trabajo en absoluto. Creo que a su carrera cinematográfica le venía bien este cambio de aires, sobre todo si de él se saca una película que, sin sobresalir, está a la altura y es muy agradable. 

Al contrario de lo que pensaba (soy muy de ver películas sin leer sinopsis o sin ver trailers), no ha sido la típica tragicomedia romántica donde absolutamente todo es previsible, las gracias son absurdas y, a pesar de no ser un drama propiamente dicho, salgas queriendo "cortarte las venas" (como dijo Coixet de sus otras obras). Tiene sus momentos de humor, que sin llegar a desternillarte gusta, y mucho, y también sus momentos dramáticos justificados sin resultar tediosos.

Evidentemente, y como suele ocurrir con este tipo de filmes, el peso, además de en la dirección, recae sobre los actores. Siempre es un placer (para mí) ver a Patricia Clarkson (a la que no veo en un papel protagónico desde Cairo Time), sobre todo interpretando a una mujer como Wendy, tan deshinibida y con tanto carácter; y por supuesto, a Ben Kingsley (gran actor dónde los haya, siempre recordado por su secundario en La lista de Schindler o su papelón en Gandhi, que le valió el Oscar a Mejor actor en 1982); la combinación de ambos, la química (no romántica) que tienen, consiguió que la película me resultase casi como la vida misma. El tema de la mezcla de culturas también forma parte del encanto de la cinta. 

En cuanto al apartado técnico, es muy correcto, pero en mi opinión no hay nada destacable. 

Como curiosidad, la guionista, Sarah Kernochan, trabajó tanto en 9 semanas y media como Sommersby. Es decir, que sus últimos trabajos pertenecen a los 90. 

En definitiva, una película que te hará pasar un momento agradable, no se te hará pesada, pero tampoco te parecerá inolvidable. 

NOTA: 7/10

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