viernes, 22 de febrero de 2019

'Destroyer' de Karyn Kusama (2018)

I'm back! ¿Por cuánto? Nunca se sabe. La constancia en esto de los blogs no es lo mío. No obstante, eso no quiere decir que no me haya pasado horas viendo cine, series y jugando a videojuegos. Me estoy animando a volver a esto de los pases de prensa, y por eso esta semana y la que viene hay nuevo post. ¡Me he venido arriba!

La película no es otra que 'Destroyer', distribuída por A CONTRACORRIENTE FILMS. Una fan de la Kidman como yo no iba a perderse este título. 

La cinta está dirigida por la directora Karyn Kusama, aclamada por la crítica por su anterior trabajo, The Invitation (2016) o su ópera prima Girlfight (2000), y también conocida por Jennifer's Body (2009) y Æon Flux (2005). No he visto ninguna de estas películas, por lo tanto, no puedo decir que Destroyer sea la mejor, aunque sí que la considero una película más madura y seria que evidentemente los últimos dos títulos anteriormente mencionados (por lo poco que he visto de ellos). 


Erin Bell (interpretada por Nicole Kidman) es una inspectora de policía que no está pasando por su mejor momento. Arrastra un hecho traumático de su pasado, durante su infiltración en una banda de ladrones. 

La película sigue al personaje de Kidman en su descenso a los infiernos, mostrándonos más a una anti-heroína o una detective propia del cine noir, que a la típica protagonista al uso que podíamos ver en otros títulos de su filmografía como Secreto de una obsesión (2015) o El pacificador (1997). Su magnífica interpretación está aderezada por una caracterización más que correcta y diría que casi inusual en esta actriz, a quién no tenemos por costumbre ver con un rostro tan demacrado y ojeroso. 

El relato va sucediéndose mediante flashbacks en los que vemos a nuestra protagonista y su compañero (Sebastian Stan, a quién yo recordaba por la serie Gossip Girl y probablemente más conocido por su aparición en Vengadores: Infinity War) durante la infiltración en la banda de ladrones drogadictos. Entre estos encontramos a la joven Tatiana Maslany (Orphan Black), siendo probablemente el miembro con más personalidad de esta banda y la interpretación más destacable de la misma. El líder de esta, Silas -a quién Erin tiene en el punto de mira- es Toby Kebbell (La guerra del planeta de los simios, 2017), en mi opinión, el personaje menos interesante, desaprovechado, más cliché y que como interpretación, lamentablemente, no sale de lo correcto. Supongo que esperaba a un líder más carismático, pero queda reducido casi a la nada. 

La película se desarrolla pausadamente entre sus pequeñas dosis de acción, centrándose más en el drama psicológico y en el misterio que envuelve a Erin. 

No sé cómo serán los otros trabajos de Kusama, pero Destroyer es una película muy bien rodada, con personalidad y profundidad, manteniendo siempre un tono lúgubre, gris, a pesar de contar con multitud de escenas a plena luz del día (la fotografía es de Julie Kirkwood), y retratando la historia de una anti-heroína casi atípica (porque hemos visto a incontables hombres en este papel). La música, del reconocido Theodore Shapiro, acompaña perfectamente al film. 

El final, bajo mi punto de vista, se veía venir y me pareció algo tramposo, aunque efectivo. No me estropeó la experiencia previa a ese punto, pero no pudo evitar que me desinflase un poco. Aunque esto es una observación personal y que nadie tiene por qué compartir. 


Como siempre se suele hacer, la película la están vendiendo con afirmaciones tales como "nada de lo que haya hecho Nicole Kidman en su carrera puede prepararte para esto" o "el mejor trabajo de Nicole Kidman". Esto evidentemente es muy subjetivo. Hay quién cree (a pesar de la extensa filmografía de esta actriz) que suele estancarse en papeles convencionales, pero no hay que irse muy atrás para ver que esto no es así: Cómo enamorarse de una chica punk, Top of the Lake: China Girl o (la que personalmente está entre mis favoritas) The Paperboy. Por supuesto, es innegable que la caracterización es prácticamente espectacular, distando mucho de lo que es la imagen que todos tenemos de Kidman, y que además se complementa con una gran interpretación de la misma. No habíamos visto a una Nicole, quizá, tan ruda, fría y resolutiva como en Destroyer. Una mujer atormentada por la culpa, alcohólica y desesperada por paliar los errores que arrastra de su pasado. 

Siendo fan probablemente nadie me crea con la objetividad para decir esto, pero este año me parece una gran olvidada en los Óscar. Sin embargo nos encontramos a la veterana Glenn Close en un papel muy correcto, pero ni de lejos el mejor de su carrera. Y tal y como ya ha pasado otros años, estamos ante el típico caso de sentirse en deuda con un artista y darles el premio de consolación "porque se lo deben" (todo esto desde mi más profunda admiración a Glenn Close, con quién perdieron una estupenda oportunidad con títulos como Albert Nobbs (2011). 

Y continuando con la inminente gala de los Óscar (que se celebra este domingo 24, de ahí que toque el tema), más increíble me parece no encontrar el nombre de Karyn Kusama entre las nominaciones a la Mejor dirección, mientras que el año pasado nos encontramos con el de Greta Gerwig (y sí, creo que Kusama ha ofrecido un trabajo mucho más digno de nominación, con todos mis respetos). El problema no está en la comparación de estas dos directoras, si no en el profundo bienquedismo de Hollywood, que sólo se acuerda de estas cuando sienten la presión de ciertos movimientos y necesitan un lavado de cara. Es la triste realidad. 

En definitiva, si te gustan los thriller y el cine noir (que por cierto, deciden por alguna razón no adjudicarle en el apartado "género" en diferentes web de cine) o si buscas una intensa y grandísima interpretación, no lo dudes y ve al cine. No sé si es la mejor película de la directora o la mejor interpretación de Kidman pero sí una pieza muy disfrutable y en absoluto nada desdeñable. Una pequeña joyita que aporta cierta frescura a la cartelera. 

NOTA
7,5/10



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