viernes, 18 de septiembre de 2015

Cine: La cabeza alta de Emmanuelle Bercot (2015)


     Cuando leí el argumento de La cabeza bien alta, me gustó bastante. Siento especial debilidad por las películas de adolescentes conflictivos que tras conocer a alguien (en este caso, una chica) cambian su forma de ver y vivir la vida. Sin embargo, según pasaban los minutos, me di cuenta de que no era lo que esperaba ver. Y desde luego, el argumento que se lee por ahí no me parece que corresponda con lo que luego ves en pantalla. Lo cierto es que después de la primera hora te preguntas si realmente tiene importancia la chica en toda esta historia (que la tiene, pero es bastante... forzado, quizás). Y dónde está el estricto centro educativo del que habla la sinopsis (porque seamos francos, salvo el segundo centro por el que pasa, que todavía podría ser, tampoco se podría considerar estricto del todo, al contrario, yo vi demasiada permisividad).

El film francés alcanza las 2 horas de metraje, y aunque mantiene bien el ritmo, tengo que decir que al menos a mí llegó a desesperarme un poco. No sé si esto es adelantar mucho (si crees que puede resultarte SPOILER, no sigas), pero yo llegué a pensar que Malony (Rod Paradot, el actor protagonista) no iba a cambiar jamás. No espero que una película me la den mascadita ni que me pongan personajes estereotipados, pero comprender a Malony era en ocasioens bastante difícil. La empatía con él a veces era nula, especialmente en las escenas con Tess (Diane Rouxel). Me pareció una relación llevada a la desesperada, como todo lo que le sigue a la misma después. (Fin del posible SPOILER). 


La película intenta retratar una realidad y hacer una especie de crítica a la educación (en mi humilde opinión). Y creo que llega a conseguirlo en parte. Y digo en parte porque al menos en mi caso, me parece una película bastante olvidable.
No obstante, tengo que añadir que el estilo de Emmanuelle Bercot como directora me parece personal y notable. Destacaría el plano secuencia final, cargado de cierto simbolismo (algo que, después de dos horas, logró captar mi atención). Hasta ahora este me parece su mejor trabajo, desde luego superior a Mes chères études (2010), aunque confieso que Los infieles (2012) me divirtió bastante (bien es verdad que en este film no era la única directora).
El gran trabajo de fotografía (Guillaume Schiffman) también hay que saber reconocerlo.

El reparto está correcto, sin destacar tampoco a nadie. Aunque hay que decir que para ser el primer trabajo de Rod Paradot en el cine, consigue ser bastante convincente. Benoît Magimel también sorprende para bien. Me temo que, pese a que Catherine Deneuve esté bien, lo que aporta es un rostro más conocido al film, pero poco más, por desgracia.

Recomendable si te gustan los dramas y las historias de adolescentes conflictivos. No es un peliculón, pero se deja ver.

NOTA: 6,5/10

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