Este viernes 26 de Junio se estrena en la cartelera española la comedia francesa "No molestar" (en su idioma original, "Une heure de tranquillité",) de la que os hablaré a continuación.
Por falta de tiempo (exámenes, venid a mí y desapareced cuánto antes) no he podido andar por estos lares demasiado, pero hoy os traigo una recomendación para disfrutar en el cine (si es que la estrenan en el de vuestra ciudad, porque en Madrid además de los que cuentan con versión original, no sé a los que llegará).
No molestar recordará a comedias francesas del estilo de "La cena de los idiotas" o "¡Que te calles!" (ambas recomendadísimas), aunque algo inferior a las mencionadas, puesto que al final no deja de ser una comedia algo más simple y que no hará mella en nosotros probablemente. Pero os aseguro que pasaréis unos 80 minutos (aproximadamente) entretenidos y divertidos; es decir, que cumple con su cometido aunque no sea una comedia inolvidable.
La película empieza presentándonos a su protagonista, Michel Leproux (Christian Clavier), un amante de la música jazz que de buena mañana encuentra un vinilo del que lleva años detrás. Feliz, regresa a su casa con la intención de pasar una hora tranquila escuchando el disco. Lo que él no sabe es que su febril deseo se verá truncado por diferentes desencadenantes que escapan a su control: su mujer (Carole Bouquet) necesita contarle algo; su amante le persigue (Valérie Bonneton), su hijo (Sébastien Castro) no trae más que problemas y la incorporación del vecino (Stéphane De Groodt) no hará más que empeorar la situación de un Michel desquiciado.
A quién no he mencionado en el argumento y, sorprendentemente, me pareció uno de los personajes mejor ejecutados de la cinta, ha sido a Rossy de Palma (quién aparecerá en la nueva película de Pedro Almodóvar, "Silencio") interpretando a María, la asistenta española de los Leproux que, de vez en cuando, suelta alguna que otra frase en español que probablemente por la naturalidad con la que las dice, logró que la mayor parte del público durante la proyección soltase alguna que otra carcajada.
El protagonista es interpretado por un actor brillante, especialmente en el género de la comedia como es Christian Clavier, a quién muchos recordarán por ser uno de los protagonistas y el guionista de "Los visitantes ¡No nacieron ayer!" y sus respectivas secuelas: "Los visitantes regresan por el túnel del tiempo" y "Dos colgados en Chicago (Los Visitantes cruzan el charco)". Las primera una delicia (al menos para mí) de la comedia francesa de los 90, y las otras dos en declive con respecto a la primera entrega, especialmente la tercera que, en manos americanas, terminó por cerrar el círculo de una manera un tanto desastrosa.
El resto del reparto está correcto en sus roles, aunque destacaría a Stéphane De Groodt como vecino plasta y metomentodo.
El director nos brinda una comedia dirigida con habilidad, sin pretensión alguna. Su anterior filme, bajo el título "La promesa", que contaba con actores de la talla de Alan Rickman y Rebecca Hall, tuvo un discreto éxito y críticas bastante pobres. Esperemos que con No molestes su trabajo sea más apreciado por la crítica y el público, ya que creo que al menos merece una oportunidad.
En esta película el peso recae sobre su guión (de la obra de Florian Zeller) y los actores, mientras que el apartado técnico es simplemente apropiado, sin ningún punto destacable. Una fotografía conveniente (Jean-Marie Dreujou) y la música adecuada en cada situación, sin ser excepcional (Éric Neveux).
Resumiendo: si lo que buscas es una película de corta duración, pero entretenida y divertida, ésta es tu película. Si te gustó La cena de los idiotas, aquí puedes encontrar una especie de homenaje a ese estilo de comedia, dónde la acción se desarrolla en apenas un solo espacio y con pocos personajes, consiguiendo un resultado más que aceptable.
NOTA: 6,5
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